ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Aveces se olvida que la llamada Mañanera es un espacio oficial del Gobierno de la República y no un noticiario o un programa matutino de entretenimiento y análisis político, debido al alto índice de audiencia que tienen los mensajes del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la duración que tienen sus emisiones. Al contario de los mensajes de otros mandatarios que resultaban tediosos, ociosos, farsantes y obligatorios, ahora la conexión de AMLO con los receptores no es más que el reflejo de su coherencia, cumplimiento de promesas de campaña y experiencia política, lo que lo tienen como el segundo mandatario mejor aceptado por su pueblo en el mundo, por arriba de los Presidentes de Estados Unidos o de Cuba. Además de que su ejercicio informativo resulta inédito, ya que la ronda de preguntas y respuestas entre los reporteros ahí presentes, son en vivo, a nivel nacional y sin censura ni bajo la cobarde selección de medios a modo, como lo hacen otros políticos y artistas. Sin necesidad de recurrir a la Cadena nacional es que a voluntad propia, los televidentes y radioescuchas se dan cita a la junta presidencial que en las plataformas de internet, es de los canales más vistos en el mundo. En el horario de la mañana, la televisión comercial monopólica, alcanzaba altos números de audiencia en los programas de Guillermo Ochoa y de Jacobo Zabludovsky, pero que nunca más los ha logrado en la libre competencia actual escoltada por los medios no convencionales, como sí lo logra La mañanera, que no ocupa los tiempos comerciales ni la programación de otras emisiones, con las cuales compite y rebasa, al grado que ha dejado en ruinas, a informadores como Ciro Gómez Leyva y a Carmen Aristegui, que presumían de tener a radioescuchas, televidentes e internautas, comiendo de sus manos en las transmisiones en vivo. De cara a la nación, El Presidente de México en sus emisiones, tiene momentos de humor, de arte, de música, de ilustración pedagógica, sobre ciencia y Teoría Política, filosofía, historia del pensamiento, y de historia de México, mismo que difunde en un recinto que pocos de sus retractores que se dicen periodistas, se han atrevido a asistir y que han visto como uno que otro atrevido a encarar al presidente López, ha salido como "perro con la cola entre las patas" en sus enfrentamientos y ridiculizados ante la prensa internacional. La mañanera también terminó con los boletines y entrevistas chayoteras que tanto costaban al pueblo de México por el gasto de anuncios comerciales que mantenían a publicaciones y columnistas de dudosa procedencia que hoy enfurecen en sus micrófonos concesionados y plumas de menor alcance a la exitosa mañanera. Es por éso, que en cuerda separada al fenómeno político y de liderazgo que resulta Andrés Manuel López Obrador, también es digno de análisis su arrastre comunicativo con lo que ha marcado la agenda política del país desde los últimos cinco años del siglo pasado y los catorce que tiene este siglo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com