MUEREN EN MEXICO, MAS BOMBEROS Y TRABAJADORES INDUSTRIALES QUE PERIODISTAS

 

Cuando se abordan temas rasposos y difíciles como el hecho de que mueren más bomberos que periodísticas y nadie se escandaliza por ello, es importante aclarar que cualquier muerte de un ser humano, resulta lamentable sin importar su ocupación o número de individuos que puedan fallecer, ya sean pocos o muchos.  Pero es un hecho que para la estadística de un país es más importante que no haya muertes de periodistas que de bomberos, aunque  por su actividad profesional, no es lo mismo que mueran por accidentes que por homicidios dolosos, aunque la falta de atención y cuidado para los apagafuegos, bien podría tratarse de un homicidio culposo por omisión a brindar el equipo y cuidados necesarios para los bomberos. Los capítulos de la vida política del país nos retratan lo extremadamente peligroso que era ejercer el periodismo en sexenios dictatoriales y que tal situación ha disminuido ante un gobierno lópezobradorista que ha transparentado la vida pública del país y ha querido autosanar la actividad presidencial que estaba llena de corrupción  en sexenios anteriores, sin embargo los opositores a este cambio, incluyendo la esfera de periodistas privilegiados y no aquellos comunicadores que  tenían que huir de su país sin que se supiera su problemática  de la razón de su alejamiento, han querido insistir en que  el periodismo en México es acosado desde una presidencia que les ha quitado los privilegios y sus negocios ilícitos que los encumbraba como el cuarto poder, en donde las empresas de comunicación utilizaban la concesión como medio informativo para poder hacer negocios abusivos con venta de servicios particulares que le correspondían asumir al Estado.  Por tal razón, los que han perdido posiciones a base de un micrófono,  se dicen perseguidos aunque tengan salarios elevados y participación en cadenas de radio y televisión con resonancia en todo el país y  en uso de sus libertades hasta traspasar al libertinaje que insulta a quien les ha quitado dichos privilegios. Son quienes están  enojados con el gobierno lópezobradorista, quienes  han impuesto a su candidata a la presidencia en las próximas elecciones,  para que compita para evitar  la continuación del cambio, y son quienes aseguran que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, incluso por encima de aquellos que se encuentran en guerra. Aunque se habla de más de cien  periodistas asesinados en este sexenio, dentro de una población de 126, 705, 131 habitantes, hay que aclarar   que   solamente ocho mil  de estos habitantes,  son periodistas y que en  los últimos registros de la UNESCO, solamente aparece una lista de  24 países que ha presentado el problema de periodistas asesinados,  en donde Siria tiene el  primer lugar con once periodistas asesinados, mientras que a México se le da el lugar sexto con siete asesinados por abajo de Francia y Brasil. Según los números,  la actividad más peligrosa en nuestro país es la industria de la transformación con 95 mil accidentes de trabajadores, ocurridos el año pasado, así como la industria minera. En cuanto a labores de primer impacto como lo puede ser quien ejerce el periodismo de investigación, que regularmente no es un periodismo que le interese  a quienes se dedican a la radio y a la televisión, o el caso de aquellas otras actividades peligrosas  como de quienes  tienen el oficio de extinguir incendios, resulta que mueren más bomberos que periodistas, al registrarse un promedio de 100 bomberos muertos  por año, únicamente en acción en un incendio, sin contar razones indirectas de sus fallecimientos, cifra que a nadie escandaliza, cuando en el mundo en los recientes par de años, han muerto 105 comunicadores, pero cuyas muertes en algunos países como en el caso de este sexenio en México, resultan un acto de reclamación hipócrita que atiende a otros intereses que nada tienen en relación con la libertad de expresión o la protección a determinado grupo de riesgo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com